Lo que hace a una KDD grande, no es la cantidad de furgonetas que acuden, ni las numerosas actividades que se montan, sino la gente que la organiza y participa. Por eso he de dar las gracias a los organizadores y luego, a los que alegremente acudimos.
En una KDD como esta, no solo hay que agradecerselo a Dezano y Elena, también hay que hacerlo a todo el pueblo de Deza por dejar sus instalaciones, a colaboradores anónimos como Basilio, Feliz, familia Deza y otros muchos de los que no recuerdo el nombre.
En especial a Dezano, por ser como es. A la gente de Deza por su simpatía. A los colaboradores por su desinterés y a los que de un modo u otro ayudaron a mover mesas, preparar brasas, compartir comida y bebida, y sobretodo a todo el mundo por compartir y recibir, siempre contentos, sin crear problemas, pasándolo bien, que es lo que todos queremos desde el principio.
Fuimos unas 30 furgos y lo he pasado muy bien. He conocido a un montón de nuevos furgoneteros, y hemos hablado y pasado juntos 3 días estupendos.
Me olvidaba nombrar a los distribuidores campers, que con sus aportaciones pequeñas o grandes, alegran a mas de uno, al ser recompensados con sus regalos, a pesar de que a mi nunca me ha tocado nada. Esperemos que en la próxima.
El municipio de Deza, es una localidad de 230 habitantes, que en el verano se multiplican por 4. La mayoría de los cuales viven ahora en Zaragoza, y mantienen o han comprado una casita en el pueblo. Un pueblo encantador, por donde da gusto estirar las piernas de vez en cuando, e ir al bar a tomar algo. Paseando por sus calles ves a poca gente, pero todas aquellas con las que te cruzas, siempre te saludan o te hacen algún comentario. El lugar que mas me ha gustado del pueblo es el patio del ayuntamiento, que me recuerda mucho a esas casas árabes, con patio interior y columnas soportado el piso superior, aunque en este caso, todo es de piedra. Cabe destacar la iglesía, que destaca en tamaño en comparación de las casas del pueblo, que aunque no son muy anchas, algunas tienen 3 pisos de altura. Hay muchos restos de casa venidas al suelo, con sus paredes de adobe, material que ya no se suele trabajar, y aunque hay algunas casas de piedra, ya no se construye con este material por su alto coste.
A un extremo del pueblo se puede visitar el barrio de los alfareros, pero desgraciadamente, ya no hay alfarareros que creen lámparas, y sus casas también se han venido abajo.
El pueblo estuvo amurallado en sus tiempos, pero ya no quedan vestigios de la muralla. Y también fue invadido por los moros.
Por los alrededores ves muchísimos pequeños edificios de adobe de los que quedan tan solo media pared de altura, y que solían utilizarse como granero o para cobijar a los animales.
Por todos lados, acequias murmullan en su recorrido hacia los campos. Agua fresca y limpia donde da gusto remojarte los pies. De vez en cuando pasa algún tractor que se dirige al campo, donde principalmente se siembran girasoles y judias.
Hay 3 casas rurales, para disfrutar de la tranquilidad que Deza ofrece, y numerosos senderos por donde pasear en los alrededores del pueblo.
Deza, un lugar perfecto para pasar unos días tranquilamente.
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Lugares cercanos: Monasterio de Piedra, Alhama de Aragón, Jaraba, Calatayud.
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