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domingo, 22 de marzo de 2015

LA GRANJA DELS FRARES

Salida del 20 al 22 de marzo de 2015

Viernes por la mañana, me levanto y veo un día gris a través de la ventana de la cocina. Creo que no va a hacer un buen día. Desayuno tranquilamente, y en vez de irme hacia la Granja, voy alargando el día. Pasan las horas y el día sigue gris, así que decido irme mas o menos después de comer. A la hora de comer recibo unos mensajes de un grupo que se ha creado para la kdd. Hago algún que otro comentario, y decido llamar a Iván, para saber a que hora piensan salir. Les llamo y quedamos en que pasaré por su casa a media tarde. Cuando llego están tumbados en el sofá, pero en seguida Ivana me ofrece un café. La casa parece mas grande, y es porque han quitado unos muebles del pasillo, que lo empequeñecian. Hablamos un poco de esto y de aquello, poniendo al mundo del revés y yo poniéndome al día sobre furgonetas y su gente. Al cabo de un rato nos vamos a buscar a los niños al colegio y emprendemos camino hacia la Granja. Decidimos ir por la autopista para hacer el viaje tranquilamente. Una vez en Morell, el problema es encontrar el camino de la Granja, menos mal que Iván ya había estado antes. Tras abandonar el pueblo, empezamos a andar por estrechos caminos que no dejan ver ninguna construcción alrededor. Iván parece que lo tiene claro, así que seguimos hacia adelante. Tras pasar por algún sendero que no me hacía gracia, llegamos a la Granja. El lugar, es espacioso y tranquilo, aunque todos los edificios menos uno, están medio derruidos. Somos los primeros en llegar y se suponía que teníamos que hacer dos filas con las furgos, y entremedio poner las mesas, pero la verdad, es que estaba lloviendo y decidimos aparcar el uno frente al otro, para que al desplegar los toldos tuvieramos mas protección. Al cabo de un rato llegó Sergio, y nos trajo las llave del almacen que nos servería mas tarde como comedor y refugio. El sitio era amplio, y había mesas y bancos. Un lugar estupendo para guarecernos de la lluvia que no paraba de caer.
Al cabo de un rato comenzaron a llegar mas furgos, y a algunos los conocíamos y a otros no. Nos presentamos y el ambiente se hizo distendido y agradable. Aunque la kdd no era hasta el sábado, algunos habíamos decidido ir el viernes por la tarde y cenar allí. No recuerdo que cené, ni que bebí en la tertulia, pero a eso de la medionoche me fui a dormir. Ali decidió que esa noche no dormiría conmigo, como tenía por costumbre, así que se pasó al asiento del copiloto. Yo no tardé ni un minuto en dormirme, aunque durante la noche me desperté varias veces, al oir el sonido de la lluvia golpeando la chapa del techo.
Por la mañana me levanté temprano, y como debo tener el azucar alta, salí pitando a mear. Ali estaba loca de contenta. A su alrededor había furgonetas, gente y lo más importante, perros. No se ha aburrido ni un momento en todo el fin de semana, y ahora que estamos en casa duerme como un lirón.
El sábado ya había llegado casi todo el mundo. Alguien preparó un vermouth y como la mañana había pasado muy rápido, ya estaban los calçots sobre las mesas. Todo el mundo colocado, unos de pie y otros sentados, pero todos embadurnados por las cenizas que te dejan los calçots en las manos. Bebimos y comimos, y tras un buen hartón de calçots llegaron las butifarras, que hay que decir que estaban buenísimas. Alguien trajo un pastel, otro un vino del pueblo y entre mordisco y chorro de porrón, llegó la sobremesa. Yo me fui a hacer una siesta y Ali se vino conmigo, tampoco iba a dejarla suelta después de lo de Valencia, así que nos tumbamos en la furgo y dormimos un buen rato.
Llegaron los rezagados y en eso que ya me había despertado. Me dolía la pierna, mejor dicho, me dolía todo, pero aún faltaba cenar y la tertulia alrededor del fuego, las copas y la música. Cenamos algo de embutido con pan y tomate, y como la pierna me seguía haciendo daño, me tomé un par de copas y me fui a dormir. La música había mejorado conforme pasaba la noche, y tumbado desde la furgo, podía oirla muy bien. No tardé mucho en quedarme frito, y tras pasar una noche durmiendo sin despertarme, me volví a levantar el domingo con ganas de mear. Estaba claro que hoy no ibamos a ir en bici, así que Alí y yo fuimos hasta el rio, que corría veloz y aunque no parecía que hubiera mucha profundidad, ni loco me hubiese metido. Alguien vino a hablar conmigo porque le dijeron que yo entendía de informática, y menos mal que las soluciones fueron fáciles. Tras la charla, volvimos a quedarnos solo, y al cabo de un rato, nos acercamos a la masía que ya estaba otra vez con otro vermouth listo para picar. En el fuego, Eloy, al que le encanta cocinar, estaba preparando careta, y cada vez me sabía mejor. Estuve picando un poco, pero como me dolía todo, decidí no esperar a la comida y despidiendome de todo el mundo, Ali y yo nos fuimos para casa.

Ha sido un fin de semana tranquilo, y como siempre lo mejor los organizadores y los asistentes. A destacar las furgos de Jordiwagen y Cimbike, que estrenaban furgo.








Your shared set

Granja dels Frares

by Ali Baba El Marchoso
































































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