Felicidades, a mí mismo.
Hace ya una semana que fue mi santo, y desgraciadamente era mi tía María la que siempre se acordaba de felicitarme, pero este año hace ya dos meses que nos dejó y la hecho de menos. El caso es que casi nadie me ha felicitado, excepto Irene, Toni, Mari y mi Madre, los demás, o no se han acordado o se les ha ido el santo al cielo.
Estos pequeños detalles no se si merecen la importancia que hoy le doy, y aunque no esperaba ningún regalo, si que me hubiera gustado que mi familia y amigos se hubieran acordado de felicitarme, pero no por whatsapp, por favor. Aunque entiendo que no es una fecha que todos recordemos, a mi también me pasa que me olvido de estos pequeños detalles que para mi se han vuelto importante, aunque como dice la Danone, más vale que deje de mirarme tanto el ombligo.
Un abrazo a todos.
